El empleado de Banreservas de 34 años ha sido identificado como la primera persona en morir en el trágico incidente. Familiares de las víctimas se dieron cita en la Funeraria La Esperanza de la zona para dar su último adiós y compartir momentos de dolor y consuelo en medio de las difíciles circunstancias.
José Correa, esposo de la víctima Encarnación, recordó que minutos antes del desastre discutía con su esposa planes y proyectos futuros conjuntos. Sin embargo, una repentina y trágica noticia cambió repentinamente sus vidas.
“No hay palabras para describir la ausencia de su partida y la clase de persona que es… Aún quedan muchos planes, proyectos en la carpeta, porque lamentablemente ya no la tengo a mi lado… No hay palabras , expresó una profunda tristeza. traer.
Allegados a la familia destacaron que la víctima era una mujer honesta, trabajadora, llena de sueños y fantasías. Su repentina partida dejó un vacío imborrable en la comunidad y en quienes la conocieron.
Mientras la comunidad lloraba su muerte, la atmósfera era de conmoción y apoyo mutuo mientras los familiares continuaban determinando la hora del entierro. La identidad y legado de esta joven colaboradora vivirá en la memoria de quienes convivieron con ella y lucharon por un futuro mejor.

