El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, anunció el domingo que el grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford ha sido enviado al Mediterráneo oriental para apoyar a Israel. El portaaviones, el más nuevo y avanzado de la flota estadounidense, junto a sus 5.000 marineros y numerosos aviones de combate, estará acompañado de cruceros y destructores en una demostración de fuerza para ayudar en cualquier situación, incluida la interceptación de armas destinadas a Hamás y Siria. . Tareas de seguimiento.
Un despliegue a tan gran escala refleja el deseo de Estados Unidos de evitar la expansión de los conflictos. El gobierno israelí declaró oficialmente el estado de guerra el domingo y aprobó «importantes medidas militares» en represalia por los ataques de Hamás.
El presidente Biden anunció que ya ha comenzado la ayuda inicial a las fuerzas israelíes. equipos, suministros y municiones, dijo el Pentágono en un comunicado. La ayuda fue planeada como parte de los 3 mil millones de dólares en apoyo militar anual de Washington a Israel.
El Secretario de Defensa estadounidense también anunció que Estados Unidos está fortaleciendo su presencia militar en la región. Se ha ordenado a varios buques de guerra y a un portaaviones estadounidense que se estacionen en el Mediterráneo oriental. También ha aumentado la presencia de aviones de combate.
Todo esto «fortalece la postura del Departamento de Defensa de Estados Unidos en la región», dijo Lloyd Austin, y agregó que «Estados Unidos mantiene la preparación de las fuerzas en todo el mundo para fortalecer su postura de disuasión cuando sea necesario».
La Casa Blanca dijo que estaba trabajando para proporcionar más ayuda militar. Pero dado que requeriría la aprobación del Congreso y la Cámara de Representantes está sumida en una crisis política, eso podría llevar algún tiempo.
El partido gobernante de Gaza, Hamás, reaccionó el domingo diciendo que esa ayuda militar equivalía a «participar en una agresión contra nuestro pueblo».
El jefe de Asuntos Exteriores de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo en múltiples entrevistas el domingo que los estadounidenses se encontraban entre las víctimas del ataque. Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos confirmó la noticia el domingo por la noche, sin precisar el número de muertos, pero habló de «la muerte de varios ciudadanos estadounidenses».