Otro desafortunado ejemplo de los efectos devastadores del alcohol en el comportamiento humano es el alarmante caso de Sabana Iglesia. Un hombre borracho atacó con un cuchillo a otro hombre que jugaba al dominó en la ciudad.
El atacante, que estaba visiblemente bajo los efectos del alcohol, confesó sus crímenes en el vídeo y admitió que había bebido demasiado en ese momento. Sorprendentemente, afirmó no recordar lo sucedido y se limitó a contar lo que le habían contado sobre el incidente.
Según testigos, el atacante parecía tranquilo cuando llegó al lugar. De hecho, actuó amigablemente y entabló conversación con los presentes antes de que lo invitaran a beber más.
Lamentablemente, minutos después el ambiente amistoso se tornó violento cuando el atacante se levantó de su asiento y atacó a un hombre que se encontraba cerca, causándole heridas desde la oreja hasta la nariz.
El incidente pone de relieve una vez más los peligros del abuso de alcohol y el uso de sustancias alucinógenas, que pueden tener consecuencias trágicas.