Santo Domingo.- La madrugada del martes dejó una huella imborrable en el corazón de una madre, cuando la vida de sus dos hijas y sus yernos se apagó entre los escombros de uno de los lugares más emblemáticos del entretenimiento nocturno del país: la discoteca Jet Set.
“Mis hijas eran todo para mí”, exclamó entre lágrimas Luz María de la Cruz, al referirse a Lucía y Rudilania, quienes fallecieron junto a sus esposos, Joel Manuel Santana Pion y Juan Manuel Santana Olivier, durante el colapso del techo del establecimiento, donde asistían a una fiesta animada por el merenguero Rubby Pérez.
Originarias de Haina, ambas mujeres eran conocidas en su comunidad como trabajadoras incansables y madres entregadas, cuyas vidas giraban en torno a sus familias.
Lucía dejó en la orfandad a tres niños, mientras que Rudilania tenía cuatro hijos, lo que suma siete menores que ahora enfrentan la ausencia repentina de sus padres.
En medio del luto que ha conmocionado a toda la comunidad, su hermana, Niurka de la Cruz, no pudo contener la emoción al recordar cómo sus hermanas siempre fueron ejemplo de sacrificio, responsabilidad y unión familiar. “Siempre estaban ahí, eran mujeres valientes, siempre luchando por sus hijos”, compartió.
Los cuerpos serán velados en Haina, donde vecinos, amigos y allegados se han congregado para brindar apoyo emocional a los familiares y acompañarlos en este difícil momento.
La tragedia en Jet Set Club ha estremecido al país entero, luego de que el techo del reconocido centro colapsara, dejando un saldo que hasta el momento supera las 130 víctimas fatales, mientras continúan los trabajos de búsqueda y rescate por parte de los organismos de emergencia.
Más de 300 colaboradores del sistema 9-1-1 se mantienen desplegados en el lugar del siniestro, coordinando esfuerzos para atender la emergencia y localizar a personas aún desaparecidas.
En respuesta a la magnitud del suceso, el presidente Luis Abinader emitió el decreto 194-25, declarando duelo oficial los días 8, 9 y 10 de abril de 2025, en señal de respeto a las víctimas y sus familias.
Este evento ha marcado para siempre la historia de la discoteca Jet Set, considerada por décadas como uno de los templos del merengue y la vida nocturna en el país, justo cuando el pasado 27 de febrero celebraba su 52 aniversario como ícono del entretenimiento tropical dominicano.


