La madrugada del martes 8 de abril, la discoteca Jet Set en Santo Domingo, República Dominicana, se convirtió en escenario de una tragedia que ha dejado al menos 124 personas muertas, entre ellas las hermanas venezolanas Bárbara Querales, de 26 años, y Olían Querales, de 27 años.
Las dos jóvenes se encontraban en el lugar durante el concierto del reconocido cantante de merengue Rubby Pérez, quien también falleció en el colapso del techo del local.
Las hermanas fueron encontradas sin vida bajo los escombros, abrazadas, lo que ha generado una gran conmoción entre sus familiares y la comunidad venezolana en la isla.
El trágico accidente ha dejado además cientos de personas heridas, algunas de gravedad, mientras las autoridades siguen con las labores de rescate en busca de sobrevivientes y la identificación de las víctimas.
Según la información proporcionada por los familiares de las jóvenes, al menos seis ciudadanos venezolanos han perdido la vida en este trágico suceso.
La noticia ha impactado tanto a la comunidad venezolana como a la población en general, con numerosos mensajes de condolencias y apoyo a las víctimas y sus familias.
La tragedia en la discoteca Jet Set ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades en los sistemas de seguridad de los establecimientos públicos y la necesidad urgente de respuestas ante esta catástrofe.
La comunidad sigue esperando que se intensifiquen las investigaciones y se tomen las medidas necesarias para evitar que tragedias como esta se repitan en el futuro.
