Santo Domingo.- “La pérdida de un ser amado no se recupera con nada en el mundo”, así lo expresó con la voz quebrada el productor de televisión Brian Saldaña, tras enfrentar uno de los momentos más devastadores de su vida: la pérdida de su esposa Ruth Elisa Jerez de Saldaña, una de las víctimas del colapso del techo en la discoteca Jet Set.
El trágico evento ocurrió en la madrugada del martes, durante una fiesta musical animada por el reconocido merenguero Rubby Pérez, en un ambiente que prometía ser festivo pero que terminó en desastre.
El techo del local, ubicado en Santo Domingo, cedió repentinamente, dejando atrapadas a decenas de personas mientras la música aún resonaba entre los escombros.
La discoteca estaba completamente abarrotada cuando ocurrió el colapso, lo que ha dificultado las labores de identificación de víctimas y el rescate de posibles sobrevivientes.
Hasta el momento se han confirmado 113 personas afectadas, entre ellas varios en estado delicado, mientras los equipos de emergencia mantienen la búsqueda entre los restos del establecimiento, con la esperanza de hallar a quienes aún no han sido localizados.
Desde ese instante, la vida de Brian Saldaña cambió por completo. El productor, conocido por su labor en Color Visión, ha canalizado su dolor hacia una acción legal que busca responsabilizar a los propietarios y encargados de la discoteca, asegurando que no se trató de un simple accidente, sino de una falla grave que debía haberse evitado.
Por ello, anunció que junto a otros afectados prepara una demanda colectiva que sentará precedentes en materia de responsabilidad estructural y seguridad en lugares de entretenimiento.
El caso ha despertado la atención nacional, no solo por la magnitud de la tragedia, sino también por las condiciones en que operaba el establecimiento.
Aún no se ha revelado si el Jet Set contaba con inspecciones recientes o mantenimientos estructurales actualizados, lo que genera incertidumbre entre los familiares de las víctimas y en el público en general.
A partir de este suceso, las autoridades están llamadas a revisar con urgencia las condiciones estructurales de los centros nocturnos del país, y los organismos competentes ya han iniciado una auditoría técnica sobre los permisos de operación de la discoteca.
Mientras tanto, los familiares de los afectados exigen respuestas concretas y medidas que eviten futuras tragedias de este tipo.
Desde hoy, las acciones legales encabezadas por Saldaña y otros sobrevivientes marcarán el inicio de un proceso judicial que podría cambiar la manera en que se regula la seguridad en espacios de entretenimiento masivo en República Dominicana.


